¡NO SE EQUIVOQUEN!
TODO EL MUNDO SE DA CUENTA DEL ABUSO DE PODER,LA IMPUNIDAD Y EL TERRORISMO DE ESTADO QUE SE EJERCE SOBRE NUESTRA CASA DE ESTUDIOS.
PENSAMIENTO DE DERECHA, IZQUIERDA Y DEL CENTRO DE TODAS PARTES, COINCIDEN EN SU APRECIACIÓN Y ANÁLISIS.
EL QUE TENGA OJOS QUE VEA Y EL QUE TENGA OIDOS QUE ESCUCHE... SON FASCISTAS, TOTALITARIOS Y ABSOLUTISTAS.
PAZ Y CORDURA EN LA UNIVERSIDAD
Alejandro Rísquez
Para muestra dos botones...
Opinión
Tiempos de cambio
Defendamos la UCV
VLADIMIR VILLEGAS
vvillegas@gmail.com
F rente a lo que ocurre en la Universidad Central de Venezuela no puede haber medias tintas. Sencillamente, se es ucevista o se es antiucevista. Diría que la indiferencia ante la violencia descarada, ante el malandraje revestido de ropaje revolucionario y ante la impunidad con la cual actúan los enemigos de nuestra querida casa que vence las sombras es una forma de antiucevismo.
También es antiucevismo querer justificar, sin querer queriendo, la violencia contra esta histórica institución que ha sido puntal en la lucha por la democracia.
Es sencillamente indignante que factores externos a la Universidad Central de Venezuela, seguramente con el apoyo de algunos sectores herederos del peor extremismo que hacen vida en la institución, cometan todo tipo de fechorías para impedir que se exprese la voluntad del estudiantado, y no pase nada. No hay Fiscalía General que actúe con diligencia, no hay investigaciones en el Parlamento para darle seguimiento a esta agresión permanente.
No hay un pronunciamiento terminante por parte del Ejecutivo Nacional y no se vislumbra que en algún momento cercano los responsables de lanzar bombas lacrimógenas, de deteriorar la infraestructura de esta universidad, que es patrimonio histórico de la humanidad, de amenazar y agredir a autoridades, a profesores y a estudiantes que no comulguen con su talibanismo antisocial y de poner en peligro la vida de jóvenes deseosos de participar, paguen por estos delitos.
No hay mayor diferencia entre estos "activistas" y los camisas pardas de Hitler.
Es una verdadera vergüenza que la UCV, la de la resistencia contra la dictadura, la que supo salir siempre a defender su autonomía, la casa de la solidaridad con los presos políticos, con los perseguidos de la dictadura y de la democracia, la cuna del debate ideológico y, en definitiva, la reserva moral frente al abuso del poder en cualquiera de sus épocas y en sus diversas presentaciones, esté siendo sometida a una embestida terrorista para desmoralizarla, atemorizarla, acorralarla y, si es preciso, acabarla.
Estos atentados contra la UCV, de evidente factura fascista, merecen el repudio público de quienes egresamos de su seno, de quienes asociamos sus pasillos, sus jardines, sus esculturas, el aroma particular de su Aula Magna, su Biblioteca Central, su inmortal Orfeón y su siempre viva Sala "E" a la defensa de la democracia, a la palabra libertad, siempre vinculada a los valores de justicia y equidad. No podemos dejar que el silencio de los hijos de la UCV les facilite la tarea a sus verdugos. Y que conste, incluyo en este llamado a los ucevistas que hoy tienen altos cargos públicos en las distintas instituciones del Estado, y lo hago porque sé que en el corazón de muchos de ellos hay algo de dolor por lo que hoy está pasando.
Pobre gente ésta que intenta someter a la UCV a punta de bombas lacrimógenas, a punta de cócteles explosivos o a punta de disparos y trompadas. No conocen la historia. No saben que a la larga una institución como la Universidad Central siempre ha sabido salir adelante, frente a gobiernos de cualquier signo, frente a los enemigos de la autonomía. Cada bomba lanzada, cada atentado cometido, cada vehículo quemado, cada lesión a esta casa del conocimiento, a esta cuna del debate apasionado pero respetuoso, es la mejor muestra de lo inviable que es un modelo en el cual la prioridad es vencer e imponer antes que convencer.
La UCV, no me cabe la menor duda, sobrevivirá a esta embestida malandro-fascista.
Sus agresores no se saldrán con la suya, pero ello no ocurrirá sólo por un decreto divino. Es el momento de que el espíritu ucevista nos convoque a defender este patrimonio del pueblo venezolano y de toda la humanidad.
Jalisco
Luis Fuenmayor Toro
Todos saben que no simpatizo con las políticas universitarias de la rectora de la UCV, por lo que los molestos con este escrito pueden ahorrarse la ficción. Mis opiniones tampoco le hacen el juego a la oposición; se lo hacen quienes actúan en las universidades con el mismo vandalismo del pasado adeco copeyano. Fui testigo de las agresiones contra la UCV de los gobiernos de Lusinchi y CAP II. Sus respuestas ante las denuncias ucevistas fueron iguales a las actuales y ayer como hoy las denuncias no fueron investigadas ni condujeron a ningún resultado.
En 1988, un estudiante del MAS arrojó comida podrida en las oficinas del rectorado, sin razón para ello (si es que hay alguna razón para un acto así), pues yo tenía muy pocos días como Rector y no era por lo tanto responsable del mal estado del comedor universitario. No lo sancioné, a pesar de la falta cometida, pues él era sólo un instrumento de su partido político y por lo tanto una víctima. No le guardé ninguna animadversión y lo saludo afectuosamente cada vez que lo veo.
Algunas diferencias con los hechos actuales: Los estudiantes de entonces, en sus protestas, no quemaban vehículos de las universidades, ni dañaban sus instalaciones, ni utilizaban bombas lacrimógenas. Ante los ataques de grupos armados, todos los universitarios de aquel tiempo, incluyendo adecos y copeyanos, se unían en la condena de las acciones delictivas del Gobierno y rechazaban su respuesta de culpar a los ucevistas. Las agresiones actuales son más numerosas, mucho mayores y la impunidad es total.
En las elecciones recientes de la UCV, la fórmula del joven Kevin Ávila quedó entre las últimas, cuando algunos creían que podía llegar de tercero y ser delegado al Consejo Universitario. Este resultado negativo sumado a la pérdida de la Escuela de Sociología y la casi segura derrota en su propia Escuela de Trabajo Social, lo llevaron a actuar como Jalisco, que si no gana arrebata. Ésta es la simple verdad de los hechos.
Los inventos posteriores son creaciones adecas del pasado, cuentos de camino que perjudican a quienes los inventan. Decir que quienes ganaron se sabotearon a sí mismos, no lo cree nadie a menos que se haya perdido todo contacto con la realidad. Una agresión así, además, sólo puede hacerse con complicidad oficial.
Últimas Noticias, pp 40, 14-12-2011, Caracas
miércoles, 14 de diciembre de 2011
viernes, 2 de diciembre de 2011
FARMACOECONOMÍA DE LA VACUNA NEUMOCOCO 13 VALENTE: MUY EFICIENTE Y EFECTIVA
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