viernes, 26 de septiembre de 2014

Sangre de ex enfermos de ébola podría ser una terapia curativa

SALUD | Dijo la OMS

Sangre de ex enfermos de ébola podría ser una terapia curativa

La terapia se basa en el hecho de que en la sangre de los supervivientes hay anticuerpos que podrían ayudar a los enfermos. Sin embargo, el número de tratamientos ha sido hasta el momento demasiado pequeño para que se puedan sacar conclusiones fundamentadas sobre la eficacia de este tratamiento.

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Un guardia de un hospital en Monrovia (AFP)
EL UNIVERSAL
viernes 26 de septiembre de 2014  10:13 AM
Ginebra.- El uso de sangre de enfermos del ébola que se han curado en el tratamiento de personas contagiadas por el letal virus podría ser una terapia prometedora en la lucha contra la epidemia, aseguró este viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La terapia se basa en el hecho de que en la sangre de los supervivientes hay anticuerpos que podrían ayudar a los enfermos. Sin embargo, el número de tratamientos ha sido hasta el momento demasiado pequeño para que se puedan sacar conclusiones fundamentadas sobre la eficacia de esta terapia, matizó la OMS en un informe publicado en Ginebra replicado por Dpa.

Dos médicos estadounidenses que se habían contagiado en Liberia fueron tratados con sangre de pacientes curados y los dos ya están sanos en este momento. Según la OMS, sin embargo, no está claro si la convalecencia de los médicos se debe al novedoso tratamiento, a los medicamentos o a la buena atención médica que recibieron en Estados Unidos.

En 1995 fueron tratados con sangre ocho personas contagiadas por el virus del ébola en la República Democrática del Congo, de las que siete superaron la enfermedad, de acuerdo con la OMS.

Sin embargo, en vista del mal estado del sistema de salud en Guinea, Liberia y Sierra Leona, no es posible llevar inmediatamente a la práctica en esos países una terapia a gran escala con la sangre de ex pacientes, explicó la OMS.

Según cifras difundidas por la OMS, la epidemia del ébola en África Occidental ha causado hasta ahora más de 2.900 muertos, de un total de 6.200 personas afectadas, aunque no se descarta que la cifra real de fallecidos sea bastante más elevada. 

martes, 16 de septiembre de 2014

Suben a 113 las muertes por chikungunya en El Caribe

SALUD | Informó la OPS

Suben a 113 las muertes por chikungunya en El Caribe

Según el más reciente comunicado de la Agencia de Salud Pública del Caribe, con información del 8 de septiembre, en la región se han registrado 644.686 casos sospechosos de la enfermedad, de los cuales 9.640 han sido confirmados.



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El chikungunya es un virus transmitido por el mismo mosquito que propaga el dengue (AFP/archivo)
EL UNIVERSAL
lunes 15 de septiembre de 2014  06:24 PM
San Juan.- Al menos 113 personas han muerto en América, todas ellas en las islas del Caribe, después de haber contraído el virus del chikungunya, informó la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que no aclara si las muertes pueden ser directamente atribuibles a ese virus.

En un reciente boletín, que incluye datos hasta el pasado 12 de septiembre, la organización sanitaria detalla que se han confirmado 55 muertes de personas contagiadas en la isla de Martinica desde que el virus se detectó por primera vez en el continente americano, el pasado diciembre.

A esa cifra se suman las 49 muertes contabilizadas en Guadalupe, así como 6 en República Dominicana y 3 más en San Martín, la isla donde se detectó el primer caso en este continente.

Aunque todos los fallecidos habían resultado infectados por el virus, las autoridades sanitarias explican que este no tiene por qué ser el causante directo de la muerte, destacó Efe.

En Puerto Rico, se cree que dos recientes muertes pudieron estar también relacionadas con este virus, aunque el Departamento de Salud está a la espera de resultados clínicos para ofrecer más detalles al respecto.

Además, y según el más reciente comunicado de la Agencia de Salud Pública del Caribe (Carpha, por su siglas en inglés) con información del 8 de septiembre, se han registrado 644.686 casos sospechosos y 9.640 han sido confirmados.

El chikungunya es un virus transmitido por el mismo mosquito que propaga el dengue y, aunque presenta síntomas similares a este último, se distingue por un dolor intenso en las articulaciones.

Ambos organismos regionales insisten en la importancia de prevenir la formación de criaderos de los mosquitos que transmiten ambos virus, especialmente ahora que es la época en que tradicionalmente más casos de contagio hay en El Caribe, debido al aumento de las lluvias.

Según la OPS, en lo que va de 2014 se han registrado casi 850.000 casos de dengue en toda América y más de 470 muertes por dengue grave.

martes, 9 de septiembre de 2014

Estrés colectivo y vacunación: situación en Colombia

Niñas de El Carmen de Bolívar 

padecen estrés colectivo, dice experto

Rodrigo Córdoba, presidente de Asociación Latinoamericana de Psiquiatría, asegura que no fingen.

Por:  EL TIEMPO | 
9:39 a.m. | 8 de septiembre de 2014
Rodrigo Córdoba propone realizar intervenciones sicosociales entre las niñas afectadas.
Foto: Claudia Rubio / EL TIEMPO
Rodrigo Córdoba propone realizar intervenciones sicosociales entre las niñas afectadas.
¿Ya hay un diagnóstico médico confiable que pueda explicar qué les pasó a las niñas a las que se les aplicó la vacuna contra el papiloma humano?
Por los análisis practicados, no parece haber ninguna anomalía con la vacuna. Todo indica que se hicieron los controles rigurosos sobre las condiciones tanto en el momento de aplicarla, como al comprobar que la cadena de frío no estuviera alterada. Los exámenes físicos sobre las niñas no han demostrado ninguna relación. (Lea también: La del VPH, vacuna con dudas razonables)
Decir que obedece a un fenómeno de histeria colectiva es estigmatizador…
Es cierto. El término de histeria se asocia con síntomas que tienen cierta teatralidad, como si se estuvieran simulando. Este no es para nada el caso. Es más apropiado llamarlo trastorno por conversión, enfermedad psicogénica masiva, o trastornos por reacción de estrés colectivo.
¿En qué consiste eso, en palabras sencillas?
Es una situación de estrés personal que se propaga por vínculos culturales en un determinado grupo social, y que se manifiesta a través de ansiedad y dolores abdominales realmente existentes, mareos, dolor de cabeza, desmayos, náuseas e hiperventilación. Todas esas cosas evidentemente les están sucediendo a esas niñas. No es usual, pero hay antecedentes recientes en una comunidad indígena del Putumayo, en México, en Australia y en Taiwán, donde 350 niñas registraron los mismos síntomas luego de que se les aplicara la vacuna AH1N1.
En estos estudios médicos de altísimo nivel se compara el fenómeno colectivo con una especie de estampida en el mundo animal. ¿Es comparable?
Mucho. La estampida es como una manera de agruparse colectivamente para prevenirse de un peligro. Entre seres humanos tiene un origen: hay una o dos personas que tienen los síntomas y estos comienzan a reproducirse como en un espejo. Los medios, de alguna manera, contribuyen a que se propaguen estos síntomas.
No siempre el elemento disparador ha sido una vacuna. Los casos colectivos registrados también han sido motivados por fugas nucleares, contaminación del agua, contaminación química, percepciones de olores como gas, que contagian esa enfermedad sicogénica...
Exacto. Los casos de las vacunas han estado documentados, pero no siempre han sido el detonante.
Y, además, los estudios indican que la presencia inevitable, por ejemplo, de ambulancias, de carros de bomberos, de cámaras de televisión, y de trabajadores de la salud aumenta la ansiedad de la comunidad y hace que la gente empiece a sospechar de que algo le están ocultando y de que la situación es peligrosa.
Sin duda, son elementos que inciden en su propagación, por lo general entre personas muy jóvenes, con muchos temores de enfrentamiento con el entorno. En este caso, el detonante fue una vacuna, relacionada con el inicio de la sexualidad, con su prevención. Lo que es importante resaltar es que esta no es una simulación, ni fruto de que una persona en particular esté sugestionando a esas niñas. El fenómeno surge de una manera silvestre.
Y, además de la tensión propagada por los medios de comunicación, inciden los desacuerdos lógicos entre los médicos, y los procedimientos legales que pueden exacerbar los síntomas y propagar más rápidamente la enfermedad colectiva.
Aquí hay tres cosas bien interesantes. La primera es que siempre han existido voces que descreen del beneficio de las vacunas, uno de los grandes logros de la humanidad; lo segundo es que algunos médicos, como sucede en todas las profesiones, tienen diferentes puntos de vista. Y lo tercero, influye también lo mediático.
¿Para estos casos existe tratamiento farmacológico o solo psicológico y psiquiátrico?
Generalmente, este tipo de intervenciones se ha dado con el básico terapéutico, es decir, con experiencias emocionales correctivas a través de la palabra. Pero en los casos más excepcionales, donde los niveles de ansiedad son mucho más marcados, podría existir alguna ayuda sicofarmacológica.
Entonces, ¿estas niñas evidentemente están enfermas, necesitan ayuda, pero sería un error garrafal dejar que prospere la idea de que es por culpa de la vacuna del papiloma humano, que ha salvado muchas vidas y debe seguir salvando muchas?
Así es. Esta enfermedad psicogénica de masas o trastorno de estrés colectivo requiere una intervención muy juiciosa y un acompañamiento a esas niñas, que evidentemente están enfermas. Pero enfermas de fenómenos mentales. Es muy importante que el Gobierno no desfallezca en los programas de vacunación, sobre todo por la primera causa de mortalidad de las mujeres en este país, que es el cáncer de cuello uterino, y en general por otras enfermedades.
¿Qué debe hacer el Gobierno?
Yo creo que el Gobierno debe tener una posición muy clara con un mensaje de comunicación muy importante. Lo prioritario es que a estas niñas hay que atenderlas de manera juiciosa, examinarlas en su componente físico y somático y descartar cualquier otra causa. Realizar intervenciones sicosociales, devolver la confianza en los programas de vacunación, evitar las muertes de mujeres por cáncer de cuello uterino.

Pero, además, muchas de las zonas donde ha ocurrido este fenómeno colectivo manifiestan dificultades de tipo social, de desarrollo, de maltrato, de olvido, y allí el Gobierno debería realizar una misión sanitaria integral para cubrir todos esos vacíos sociales.