lunes, 13 de abril de 2015

La violencia nuestra de cada día por FIORELLA PERRONE

La violencia nuestra de cada día

En 2002 más de 1,6 millones de personas en el mundo perdían la vida por causas violentas


FIORELLA PERRONE |  EL UNIVERSAL
lunes 13 de abril de 2015  12:00 AM
La violencia nos arropa. Es un fenómeno mundial, al punto que ningún país, escapa de ella. Las estadísticas revelan, que para el año 2002, más de 1,6 millones de personas en el mundo, perdían la vida anualmente, debido a causas violentas (Informe Mundial de la Violencia y la Salud, Organización Mundial de la Salud, 2002). Actualmente, esa cifra se ha triplicado. 

La Organización Mundial de la Salud, define a la violencia como el uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones. (Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud, OPS-OMS, 2002). Esta definición comprende, no sólo la violencia física, sino también, el abuso de poder, las amenazas, la intimidación, el hostigamiento y todo tipo de violencia psicológica, ya que esta forma de violencia, se evidencia y se denuncia menos, pero sus consecuencias son tan o más severas que las de la violencia física. 

A las y los ciudadanos venezolanos, la violencia nos golpea en el rostro todos los días. Es nuestra compañera, sale con nosotros a la calle, se sienta con nosotros en el Metro, pasa por nuestro lado en la autopista, entra con nosotros al mercado, se instala en las reuniones de trabajo, pasea por todas las redes sociales y a veces puede estar agazapada hasta en nuestras propias casas. Las y los ciudadanos venezolanos somos víctimas de la violencia, no solo de la violencia terrible que conlleva las violaciones de los derechos humanos: cuando algún funcionario policial o militar, golpea, maltrata, y tortura a cualquier persona; sino de la violencia menos evidente, que es aquella violencia psicológica que se manifiesta en la ofensa, la descalificación, la amenaza y la mentira. 

La violencia física tiene diversas secuelas que van desde las contusiones y los hematomas hasta la muerte en algunos casos, y la violencia psicológica, convierte a las personas en seres angustiados, con tendencia a la depresión, con alteraciones en las relaciones interpersonales que se manifiestan en problemas personales, familiares y laborales. 

Los defensores de derechos humanos sabemos que los dos tipos de violencia tienen consecuencias. Lo sabemos porque hemos atendido a personas víctimas de violencia, para ayudarlas a superar sus traumas. 

Enfrentar la violencia es una tarea impostergable, tanto las violaciones de los derechos humanos, como la violencia "sutil" y cotidiana. Es necesario denunciar los actos de violencia, en los órganos de Justicia correspondientes, y presionar para que se investiguen los hechos de violencia y los culpables sean sancionados. También es necesario, que señalemos y aislemos a los violentos, en el trabajo, en el mercado, en la calle, hay que rechazar y hacerles saber que su conducta perjudica, daña y muchas veces se convierte en delito. La sanción moral, también es importante y es la que tenemos al alcance de nuestras manos y de nuestra voluntad.

Red de Apoyo por la Justicia y la Paz. 

fperroneg@gmail.com