lunes, 17 de mayo de 2010

Caracas y su montaña






Desde el Parque El Calvario de Caracas,soleado domingo pasado 16 de mayo, lugar hermoso, mucha historia y recién reinnagurado.... lo recomiendo....
Salud para todos y que se conserve así...
Disfruta nuestra ciudad, en particular sus sitios más hermosos y cuidados.
Alejandro Rísquez





Caracas y su montaña


Jesús Delgado*



Este artículo lo dedicamos a los "caraqueñólogos" y a los amantes de la ciudad. Es un resumen de algunos de los puntos tratados en la conferencia: "10 Mitos de El Ávila", donde aclaramos 10 creencias infundadas y populares sobre Caracas y su montaña emblemática. Con el último decreto sobre el cambio de nombre del Parque Nacional, tendremos un nuevo mito:


EL NOMBRE DEL PARQUE
El Ávila era el nombre de una parte de la montaña, esa que vertía sus aguas a la naciente ciudad de Caracas; así Waraira Repano era la denominación indígena de ese tramo muy pequeño. Ni antes ni ahora, nadie en El Salmerón, o en Capaya, o en su tramo final de Cabo Codera, denominaría Ávila o Waraira Repano a las montañas que constituyen el Parque Nacional. La toponimia representa un momento de la historia. Todo el recorrido histórico (documentado) de este territorio, ha aportado nombres que en su momento tienen un significado, una razón de ser, pero que, y eso es lo más importante, generación tras generación, van conformando la memoria colectiva. Y la memoria colectiva es la base de nuestra identidad como Nación. Por eso creo que será muy difícil que los caraqueños llamen de otra forma al Ávila.


EL SUPUESTO VALLE DE CARACAS
En realidad es una depresión, una semi­fosa tectónica, que si bien está cruzada por un río, éste no fue el principal agente modelador del terreno, como ocurre en la mayoría de los valles. Se trata de una zona de contacto de bloques geológicos, delimitada por el norte con la Falla geológica del Ávila, en cuyo movimiento relativo el bloque que compone al Ávila se está elevando con respecto al bloque que compone Caracas, produciendo las mayores profundidades de relleno aluvial, (sedimentos transportado por los ríos), cerca de la montaña, entre Los Palos Grandes y Sebucán y a la altura de San Bernardino. Exactamente lo contrario ocurre en los valles lineales, donde el mayor espesor de los rellenos está cerca del eje del valle, donde transcurre el río.


CARACAS NO ESTA A 900 METROS SOBRE EL NIVEL DEL MAR
El Área Metropolitana de Caracas, la Plaza Bolívar y sus alrededores, como las colinas de las urbanizaciones que rodean a Caracas, están entre los 880 y poco más 1.100 metros sobre el nivel del mar. Todas las zonas cercanas al río Guaire y a los ríos que en él desembocan, están entre 800 y 850 metros sobre el nivel del mar. Si nos vamos a la Gran Caracas, veremos que Guarenas y Guatire están cerca de los 400 msnm, bastante más abajo la planicie del Tuy medio. Los Altos Mirandinos y El Junquito están por sobre los 1.200 msnm y en algunos lugares por sobre los 2.000 msnm y los pueblos costeros de Vargas a nivel del mar. Este hecho hace a la ciudad diversa desde el punto de vista microclimático, por lo que es necesario tomar en cuenta la altitud de cada sitio de la ciudad para hablar del clima.


EL "WARAIBA REPANO" NO ES UN VOLCÁN
La montaña es un "complejo metamórfico", donde predominan rocas que originalmente fueron ígneas. Al mismo tiempo se encuentran depósitos sedimentarios de la plataforma continental, hoy en día convertidos en rocas esquistosas y susceptibles de moverse en pendiente y ante la lluvia. Los sedimentos de las quebradas que drenan la montaña son predominantemente gruesos. Todavía se observan en tránsito los bloques que algún día llegarán a Caracas en forma de aludes torrenciales, coladas de barro, de detritos, para formar los llamados "conos de deyección" o abanicos aluviales, sobre los cuales se asienta buena parte de las urbanizaciones del norte de Caracas. Estas quebradas desembocan en los ríos: el Guaire, Caucagua, Capaya o directamente en el mar; los sedimentos, varían desde arcillas y limos ­material muy fino- que algunas veces quedó entrampado en lagunas, con su característica marca en forma de "varvas" o manchas horizontales oscuras, paralelas, sucesivas­ hasta sedimentos gruesos como las arenas, las gravas y los bloques pequeños. Estos tres últimos muy codiciados por la industria de la construcción.


LOS AIRES DE CARACAS
La entrada de los vientos a Caracas se produce principalmente por el sureste, convirtiendo al Parque Nacional Guatopo y a la Zona Protectora de Caracas en los pulmones vegetales de Caracas. El Ávila ayuda a filtrar las partículas que suben a la ciudad desde el este­sureste pero no puede impedir que se forme calina durante los meses de febrero a abril, cuando hay incendios forestales en los valles y montañas de la cuenca de los ríos Tuy y Guarenas.


EL PARQUE NACIONAL NO ESTÁ PROTEGIDO
Aunque la figura legal existe de derecho, en los hechos el Waraira Repano -hasta hace unos días y por 50 años, Parque Nacional El Ávila- está sufriendo un continuo y sostenido proceso de invasiones: en la vertiente sur, hay crecimiento de barrios en el oeste de Caracas y densificación de los barrios consolidados. También vemos los sistemas de transmisión de alta tensión, tan necesarios para dotar de energía eléctrica a la ciudad y las torres de las antenas de televisión y radio, estructuras que le restan al Parque su carácter natural. En la vertiente norte se repite este proceso, transformaciones profundas en las antiguas casas de Galipán están convirtiendo este centro poblado en un asentamiento en pleno crecimiento, con una zona de restaurantes exclusivos. Es obvio que un Parque Nacional ubicado frente a una gran ciudad es muy vulnerable al sobreuso o al uso indebido. Nadie pensaría a estas alturas que el sistema teleférico o la Cruz de El Ávila deban ser removidos, pero es evidente que su relación con la ciudad, con otros parques y con su zona protectora es interdependiente y no se está haciendo todo lo que un Parque Nacional exige para su conservación.

Por cierto, cambiarle el nombre no aporta medidas para su protección.


*Profesor del Centro de Estudios Ambientales de la UCV.

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